TINTO JOVEN, CRIANZA Y RESERVA

Una de las características distintivas de los vinos españoles es que, con independencia de la variedad, el clima o el lugar del que proceden, se clasifican en función del tiempo que permancen en reposo dentro de distintos recipientes.

Como es sabido, lo más común es criarlos en madera de roble. No obstante, en los últimos años se ha extendido el uso de materiales alternativos, como el cemento, el barro o las maderas de acacia o castaño.

Teniendo en cuenta su período de envejecimiento, un vino puede ser Joven, CrianzaReserva o Gran Reserva

Hoy os presentamos una selección de vinos tintos que ilustran las diferencias entre las distintas categorías. Como de costumbre, os propondremos vinos originales y arriesgados. Vinos que seducirán vuestro paladar. Vinos que os emocionarán.

Empezamos con una serie de tintos Jóvenes. Frescos y afrutados, suelen ser vinos sin crianza en madera. La normativa, sin embargo, permite envejecerlos durante un período inferior a 12 meses.

Desde Valdeorras, Joaquín Rebolledo Mencía 2017 es un delicioso monovarietal de Mencía vinificado en inoxidable.

Un vino que rompe tópicos, Nita 2015 es un cupaje del Priorat que descansa 8 meses en depósitos de cemento. Vibrante y expresivo.

Desde el corazón de Mallorca, Jaume de Puntiró Vermell 2016 es un tinto de variedades autóctonas que envejece durante 6 meses en roble americano.

Pasamos a los vinos tintos Crianza. Su característica principal es el equilibrio entre fruta y madera. En este caso, la normativa establece una permanencia mínima de 6 meses en barrica y de 18 meses en botella.

Producido en Navarra, Lúculo Old Vines 2015 es una fragrante Garnacha de viñas viejas con 10 meses en roble.

Desde la vecina Rioja nos llega el notable Predicador 2016, un cupaje clásico de la región que reposa en barricas durante 17 meses.

De vuelta al Priorat, merece la pena probar el profundo Gratavinum 2 Pi r 2014, un tinto ecológico con 14 meses de crianza en madera.

Cuando hay celebraciones a la vista, nada mejor que un vino en formato mágnum (1.5 litros). Monovarietal de Monastrell, variedad reina del Levante español, Juan Gil 12 Meses 2014 Mágnum pasa 1 año en barricas. Excepcional RCP.

Subimos un escalón y llegamos a la categoría de los Reservas. Aquí predominan las notas de crianza, ya que todos los vinos deben permanecer un mínimo de 12 meses en barricas, seguidos de un mínimo de 24 meses en botella.

Intenso, mineral y especiado, Triga 2014 es un cupaje de Monastrell y Cabernet Sauvignon producido por Jorge Ordóñez en Alicante con 20 meses de crianza en bota.

Ejemplo de elegancia riojana, Valenciso Reserva 2011 es un magnífico Tempranillo con 18 meses de crianza que ha merecido los elogios de críticos tan exigentes como el británico Tim Atkin.

Para cerrar nuestra selección, difícil hallar un vino más adecuado que Pago de los Capellanes Reserva 2013. Imponente Tinta Fina con 18 meses de crianza, encarna la esencia de la Ribera del Duero.

 

Hasta la siguiente entrada,

Disfrutad del vino.