JUMILLA, LA VIÑA DE MURCIA.

 

Aún recuerdo un eslogan antiguo que decía: Murcia, la huerta de España. Jumilla es la denominación de Origen de esta huerta del país (previo permiso a sus hermanas Yecla y Bullas) una viña preciosa llena sobre todo de una variedad autóctona que cada vez va recibiendo más adeptos: la Monastrell.

 

El vino en Jumilla esta presente desde la época de los romanos en España, pero es a partir del siglo XIX cuando tras la plaga de la filoxera empieza a tener mayor importancia vinícola. Como le pasó a gran parte del territorio, se convirtieron en exportadores de vino a Francia. Es ahí donde la variedad recibe el nombre de Mourvedre (Morvedre, por Murviedro y Sagunto) y lo extiende por casi todo el planeta haciéndola muy famosa.

La Monastrell y las características del suelo murciano, son capaces de dar unos vinos vigorosos, potentes, llenos de fruto y con unos toques especiados excelentes. También se plantan otro tipo de variedades como las tintas: Cencibel, Garnacha Tintorera, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Petit Verdot (esta ultima dando unos vinos fantásticos) en las variedades blancas: Airen, Macabeo, Pedro Xímenez, Malvasía, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Moscatel de Grano Menudo y Verdejo. Nosotros hemos seleccionados seis vinos tintos para empezar a daros a conocer esta variedad, esperando os despierten tanto el gusto por esta DO y que en el futuro se convierta en un asiduo en vuestras casas.

 

Empezamos con Infiltrado 2013, vino de la bodega Hacienda del Carche. Coupageado con Monastrell, Syrah y Garnacha, lo importante de este vino reside en el diseño de la botella. Uno de los codos se ha deformado, creando una inclinación muy pronunciada. Todo esto se lleva a cabo para que después del proceso de vinificado, el vino no pasa por filtrado alguno para ser embotellado. Así la bodega nos garantiza una experiencia única, beber un vino ¡como recién salido de la barrica! Al volcar el vino en copa, el posible sedimento no pasa del codo, ¡tremendo invento! Juro que os gustará mucho, es un vino divertido y desenfadado, sin ataduras y que muestra toda su plenitud. De brillante rojo cereza muy intenso, con una capa superior azulada y un ribete violáceo. El color es hipnótico, y mientras desliza por el balón deja un teñido como si de terciopelo se tratara. Con una nariz intensa, potente, repleta de frutas rojas, golosina de fresa y notas lácteas. Divertida, especiada y leves notas a caramelo por el paso en barrica.

 

Célebre Roble 2011 se nos ha convertido en toda un revelación. Llegado de Bodegas Crápula, reciente adquisición por nuestro equipo. Nos presentan una gama de vinos híper competitivos, para todos los gustos y bolsillos y con unas RCP que harían sonrosar al más pintado. Coupage de Syrah y Monastrell, fermenta a 28ºc de  temperatura en depósitos de inox, 3 meses en barricas de roble francés y americano, posterior clarificado con albúmina de huevo en gravedad. Rojo picota de capa alta, menisco violáceo y borde glicérico. Tiñe mucho al paso y deja abundante lágrima. Nariz golosa, notas lácteas, frutos negros y rojos, caramelo kojack. Muy frutal. Notas balsámicas, calido, ciruela y cassis junto a un final de confitura. En boca es pura frescura, frutal y de buena acidez. La crianza apenas palpable, bien estructurado y de tanino pulido. Sorprendente carga frutal, frutillos del bosque maduros, fresas, moras, bayas y ciruelas. Largo y equilibrado. Notas herbaceas de bajo monte y mentolados. Alegre, genial, estupendo vino a copas. Retro goloso. Un vino para disfrutar bien acompañado de amigos.

 

A Honoro Vera ya lo conocíamos de Calatayud, un monovarietal de Garnacha impresionante. Ahora os queremos presentar a su gemelo, Honoro Vera Organic 2013, esta vez en Jumilla y además de agricultura ecológica. Vendimia a mano, vinificación en inoxidable durante 15 días a 26ºC, maloláctica y refrigeración en depósitos hasta su embotellado. Precioso rojo rubí de capa alta, ribete cardenalicio con borde carmesí. Tiñe a su paso por copa y deja una lágrima uniformada. Nariz muy expresiva cargada de fruta. Notas de compota, mermelada y un ligero apunte de calidez. Muy especiado, pimienta jamaicana, eucalipto y regaliz. Grueso  incluso en nariz, recuerdos a manzana al horno, romero, enebro y anisados… se sigue abriendo. En boca es pura frescura, mas juerguista pero sin dejar la seriedad. Morderás fresas, frambuesas, granadas y madroños, te estallarán en boca. Algo licoroso, mermelada junto a una acidez bien medida. Largo, muy largo. Bien estructurado, tanino pulido, goloso, agradable, tremendo. Digno de llevar el nombre, que tantas alegrías nos ha dado en Calatayud.

 

Seguimos con Casa de la Ermita, una bodega que en Enterwine le tenemos mucho aprecio. Con nosotros llevan muchos años trabajando y además nos declaramos santos devotos de su Petit Verdot. Casa de la Ermita Idilico Selección 2008 es un vino coupageado con Monastrell y Petit Verdot, con 13 meses en barricas de roble de 225l de roble americano y francés, buscando así un menor protagonismo de la madera. Con este vino se hace un paréntesis, dejad airear bien la botella o si preferís y podéis decantadla. Una buena oxigenación es excelente y recomendada para este vino. En copa muestra un rojo rubí de capa muya alta, menisco teja tirando a granate. Borde glicérico que deja una lágrima abundante y uniformada. Nariz a frutillos y compota, muy goloso pese a su edad. El trabajo con la madera da su fruto, está medida, contenida y armoniza mostrando lo justo. Cacao, vainilla, coco. Especiado y muy balsámico, cuerpo grueso. Tabaco, musgo, humedad y ceniza. Final a anisados y apuntes minerales. En boca nos llena de frutos del bosque, grosellas, moras, ciruelas, cassis y madroños. Maduras, licorosas. Recuerdos a enebro y endrinas. Raíz de regaliz, eucalipto, hinojos, setas y tabaco. Bosque húmedo en estado puro, incluso como en nariz, hay un apunte mineral. Encantadora complejidad, vino de gran dimensión.

  

Dulce Crápula 2010 otro vino de bodegas Crápula Wines, esta vez especial para nosotros. Ya que hasta la fecha pocos son los dulces de Monastrell que nos llegan. Este en sí es un vino dulce especial: realizó una maceración a 3ºc durante tres días, encabezado de alcohol natural y seis días mas de maceración. Fermentación en inoxidable y crianza en barrica de roble francés durante 3 meses. Sin duda nos ofrecen un vino singular; ésto lo notas en el paladar; su paso es imposible te deje indiferente. A la vista ofrece un líquido oscuro y denso como la misma noche. Fundido a negro que dicen los cineastas. Capa superior violácea, menisco rubí y lágrima muy abundante. Nariz híper compleja, nata agria, fresones, recuerdos salinos. Licor de ciruelas y cereza, confitura de frutillos silvestres, pimienta negra, balsámicos que recuerdan al eucalipto. Un segundo paso y la confitura revolotean, alza el vuelo y despega hacia tus sentidos. Boca de escándalo, paso untuoso, calido. Un abrazo de frutos rojos y negros, pura densidad, exquisita. Buena acidez pese al dulzor, sorprendentes taninos muy pulidos. El recuerdo y la comparación son ineludibles, recuerda un Porto. Cálido, amable, frutal, con las especias y los bálsamos de la Monastrell. ¡Genial! Necesitará de vuestra paciencia y tiempo, ya que tarda en abrir, pero una vez abierto es puro espectáculo. Largo, grueso, muy aromático. Pura mermelada de la variedad, ¡infinito, brutal!

 

Para el final hemos dejado el hermano mayor de los Crápulas! Crapula Soul… Limited Edition 2009. Casi un monovarietal de monastrell (90%) junto a otras variedades (Cabernet y Petit Verdot). Verdadera expresión de terruño, de varietal y de bodega. Con 15 meses en barrica y un cuidado exhaustivo desde la viña, hasta su llegada a bodega y posteriores procesos. Es el niño mimado de la casa y se nota, su buque y presencia son impresionantes, su RCP hace sonrojar a más de un vino grande del país. A nosotros nos convenció con muy poco, ahora veréis por qué.

En copa muestra un rojo picota de capa alta, menisco violeta de reflejo rubí. Glicérico a los bordes y de abundante y gruesa lagrima. Nariz golosa y balsámica. Dos pinceladas que la definen; ahondando más en ella, encontramos frutos rojos y negros en un punto de confitura. Corazón muy especiado, pimienta de jamaica y algo de blanca. En movimiento se abren paso las notas de crianza, tofe, vainillas, suaves, dulces, envolentes. Pequeñas trazas lácteas recuerdan a la maloláctica. Grueso, ancho y opulento. En boca su paso es sedoso, con un tanino maduro y una excelente acidez. Fruta del bosque madura, recuerdos a chuche de fresa y mermelada. Mentolados muy marcados, pimienta negra y regaliz de palo. Se alarga y perdura, es un trago de Monastrell especial, diferente a otras y se agradece. Personalidad. El retro nos devuelve la fruta e incita a volver a empezar. Increíble vino, tanto por tan poco. Un imprescindible para la bodega personal y un broche a una cata que nos ha encantado.

 

Con esta selección esperamos acercaros más a Jumilla, una denominación aún por descubrir para muchos de vosotros y un territorio de grandes vinos. Esperemos disfrutéis de estos vinos, tanto como nosotros lo deseamos, aunque como dice el lema:

 

 Probad, catad y decidid. ¡Es vuestra elección!