La Rioja, como Denominación de Origen, posiblemente es la más conocida a nivel estatal y de seguro a nivel internacional. De sobras es por todos conocidos la fama de sus vinos, vinos de gran paso por barrica buscando al máximo la extracción de la madera y una mayor longevidad del vino.

 

Quizás este es el culpable del menor interés por parte de los jóvenes hacia estos vinos, vinos de gran solera y tradición, con un corte más serio y de rusticidad. Desde mediados de los años 90 y con una mayor explosión en el 2000, los bodegueros de Rioja toman buena cuenta de ello, sobre todo los "nuevos bodegueros", que quizás impregnados del aura de Robert Parker y el enólogo francés Michelle Roland, gurús de las nuevas tendencias en el mundo del vino, comienza a basar sus elaboraciones en las pautas de estos vinos.

 

Basados en vinos de mayor extracción frutal y menor importancia de la madera, eso se consigue a través de una mayor maduración de la variedad, maceraciones más largas y un paso por barricas más corto, siempre en barricas nuevas de roble francés o americano. Esto se explica porque los vinos de Rioja clásicos, siempre han estado tachados de poco coloridos, sus capas bajas y color teja eran característicos, la madera imperaba sobre la fruta, incluso al usar barricas de más de dos años, solían acusarlos de vinos con sabor a madera vieja o húmeda.

 

La nueva tendencia propició lo contrario, un vino más colorido, con capas más altas con rojos picota y meniscos violáceos, de mayor carga frutal, en mejor sintonía con la crianza en madera, la cual no pasa a un segundo plano sino que se crea una buena integración. La acidez está más presente y los taninos son maduros, suaves, sin la característica astringencia que suelen dejar los hollejos. Vino adaptado a los gustos modernos, ávidos de cuerpos carnosos, vigorosos y potentes.

 

Siempre ha existido una cierta guerra entre los Rioja modernos y los Rioja clásicos; es más yo de entre ellos siempre he defendido a ultranza el modelo nuevo, pero con los años uno va viendo que esta doble cara de Géminis es buena, que ni una forma es mejor a la otra. Los Rioja clásicos han y deben perdurar por siempre, son la muestra de una tradición vinícola. Los Rioja modernos, para mí son el futuro, abren las puertas de esta gran denominación a muchas generaciones y se ha creado un mercado nuevo internacional, sorprendido gratamente por este cambio de rumbo. Es más ahora existe una tendencia en vinos, que aúna tradición y modernidad, dando a la creación de vinos de mayor complejidad. Sinceramente esta corriente para mí es un tanto incierta, ya que de no existir un respeto por la tradición estos nuevos bodegueros no crearían estos vinos modernos, es cierto que la irreverencia les llevó a crear vinos alejados de sus antecesores, pero sin estos ancestros ellos no conocerían la Rioja tal y como es y será, una tierra con un inmenso patrimonio vinícola.

 

Todo esto nos lleva a tener entre manos posiblemente una de las mejores guerras creadas, al final las dos tendencias han sobrevivido, coexistido, inclusive muchos bodegueros clásicos crean vinos adaptados a estos gustos y tendencias. Dejándonos dos líneas claras, beneficiando enormemente a la denominación de Rioja, la cual ha visto en los últimos años como sus vinos han crecido en demanda y exportación.

 

¿Tradición o Reinvención? Posiblemente la tradición nos trae la mayor de las reinvenciones, y al revés, la reinvención nos trae la mayor de las tradiciones, la presión ejercida por el nuevo sector ha reforzado la huella singular del otro, y viceversa. Para mí una guerra inexistente, casi flictica, en la cual no hay vencedor sino beneficiado, dos modelos han sido capaces de demostrar que no todo en el mundo del marketing está inventado, la inserción de los puntos y gurús vinícolas impulsó un nuevo orden, el cual auguraba un formato diferente para el futuro.

 

Claro está que este formato se ha ido manteniendo y, a día de hoy, es claro vencedor, pero los clásicos siguen estando y son necesarios, dividiendo al consumidor en dos claras ramas.

 

Desde enterwine nos hemos propuesto enseñaros parte de esta nueva forma de entender La Rioja, para ello hemos seleccionado unas botellas de vino que comparten este cambio, nueva savia para un clásico que se reinventa.. o no.