La selección la iniciamos con la cata de Honoro Vera 2013, vino al que yo desde mi fuero interno venero. Un nombre que suena a femenino, pero oculta un mensaje en latín que dice algo así como: En/El Honor de la Verdad. Entonces es cuando miras su etiqueta y te encuentras con la cara de una mujer, de belleza singular, fría, dura, segura… La belleza va por dentro, la belleza se ve reflejada en el exterior y no es hasta que conoces el interior, que puedes apreciar aun más esa belleza. Para conocer el interior de este vino de Bodegas Atteca, hemos de saber que está elaborado en su totalidad de la variedad Garnacha en la DO Calatayud y, que posiblemente para mi, estamos ante una o la mejor Garnacha joven de esta denominación o del país. A la vista ofrece un rojo violáceo rozando el púrpura de capa alta, precioso añada tras añada, tiñe el balón y deja una lágrima uniformada. En nariz se muestra potente y elegante a la vez, notas lácteas de chuche, coco, cremosos, los frutos rojos emergen, le sigue algo de sotobosque con notas especiadas, mucha clase, una señora Garnacha. En boca es ágil, felina, frutos rojos que se entremezclan con notas ahumadas y especiadas; la acidez es una bailarina, que acompasa el trago, lo ensancha y alarga, dejando un fondo floral a lilas, excelente. Otro año que demuestra ser una de las 5 RCP mejores del país.

 

Romántica y cautiva. Romántica imagen, un efigie de mujer romana, pocas cosas hay tan bellas en este mundo. Romántica idea, elaborar vinos sólo cuando la denominación califica la añada de excelente. Romántica 2011 es un tinto crianza 100% de Tinta del País, elaborado por De Bardos para Vintae. 14 meses en barrica, sumo cuidado para crear un vino diferente. Muestra un profundo color púrpura con ribete violáceo, el menisco es glicérico, tiñe la copa y deja una abundante lagrima de caída lenta. Zarzamoras, bayas, ciruelas y un toque mineral, estupenda nariz. Fondo de toffee y leves tostados, vainillas y cacao con un fondo a flores marchitas. En boca tiene una expresión muy varietal, frutos del bosque maduros, grueso, regaliz negra, especiado y balsámico. La madera se relega a un segundo plano, más sutil, suavizada; el tanino está maduro, notas cremosas y vainilladas, la acidez en perfecto equilibrio alarga el trago. El retro es frutal con notas de bollería. ¡Estupendo!

 

Cachito, cachito, cachito mío… así nos narraba Nat King Kole las bendiciones celestiales de tener a una bella mujer, bendiciones hechas vino. En botella sugerente imagen Pin-up, bella mujer de esbeltas piernas que las enfunda sugerente y picaronamente con una media… dicen que padece más el que ve, que el que enseña y cuanta razón hay en ese dicho. La Casa Maguila en Toro nos ofrece dentro de este Cachito Mio 2011 un vino de altos vuelos, monovarietal de Tinta de Toro y una semi crianza en barrica. Terciopelo picota con ribete violáceo, oscuro, denso, con abundante lagrima. Nariz muy frutal, jugosilla, golosona, juguetona. Notas cremosas y balsámicas. Pasado unos minutos de mejor aireación, se muestra en esplendor, mucho fruto negro, mentolados y flores azules, ¡tremenda! Se sigue abriendo, caramelo de lilas… ummm. En boca ofrece una fruta brutal, exuberante, exótica bajo un manto de flores azules, especias y bálsamos en segundo plano y fondo de cremosos. Acidez equilibrada, retro goloso lleno de fruta. Genial vino de “pícaro” aroma.

 

Pasamos a un blanco de Bàrbara Forés, bodega con el nombre de una mujer fuerte, de gran carácter y la gran influencia para la creación de la bodega. Hoy en día una de sus herederas, Mari Carmen Ferrer junto a su marido, llevan las riendas de ella en Terra Alta. Nada como una mujer para elaborar un mono varietal de una variedad tan sutil y elegante como la Garnacha Blanca, nada como una mujer para crear un excelente vino como es El Quintà 2012. Con seis meses en barrica de roble sobre sus lías, muestra un amarillo pajizo limpio y brillante de reflejos alimonados, lagrima lenta y uniformada. Flores blancas, cítricos, albaricoques y nísperos, piña madura, cierta untuosidad y un deje vegetal, fondo a bolleria, ¡jo qué nariz! De paso untuoso, deja notas de fruta amarilla madura en boca, seguida de cítricos, flores blancas y cremosidad. La acidez está equilibradísima, grueso, tremenda expresión de la Garnacha Blanca, vibro de emoción, un placer para los sentidos. El trago se alarga, se ensancha y el retro devuelve las sensaciones frutales. Increíble y elegantísima garnacha blanca.

 

El broche final lo ponen dos cavas con nombre de mujer, María Casanovas Gran Reserva Brut Nature y Bertha S.XXI Brut Rosé 2009. ¡qué experiencia, qué brutalidad de vinos! Una sinfonía para el paladar.

María Casanovas es un excepcional cava fruto de un coupage de Chardonnay, Xarel-lo, Macabeo, Parellada y Pinot Noir, las tres variedades catalanas juntas a las dos francesas, con 30 meses de crianza en botella. A la vista ofrece un amarillo pajizo de reflejos dorados, burbuja elegante que asciende formando unas columnas preciosas, lagrima fina y uniformada. Frutos secos, almendras, flores marchitas, notas herbáceas y dulzonas. Fruta de hueso madura junto a notas de bollería. Finura y elegancia. En boca la fruta de hueso toma presencia, es fresco y amplio, citricos que asoman junto a notas de almendras tostadas. La acidez vértebra muy bien, se muestra enorme, sin complejos, trago largo y muy vivo. Evolucionará muy bien en los próximos años aunque ahora está en un momento perfecto. Retronasal a fruta blanca, ¡Excelente!

 

Bertha Rosado es un cava al más puro estilo Champegnoise, monovarietal de Pinot Noir, 36 meses de crianza con sus lías, degüelle y añadidura de 8 gramos de azúcar al licor de expedición ¡Maravilla para los sentidos! De bonito color rosa salmón con reflejos anaranjados, burbuja fina, centrada y persistente, abundante lagrima. La nariz se muestra algo reductiva, hay que esperar. El tiempo merece la espera, fresas y grosellas todas maduras junto a notas herbáceas con un fondo de bollería. Preciosa. En boca se muestra vinoso, frutos rojos, fresas, arándanos, notas de fruta de hueso, melocotones. Frutos secos y notas oxidativas, los cremosos aparecen dando untuosidad al conjunto, acidez persistente que aporta un gran cuerpo. Un espumoso gigante con mucho futuro ¡Bravo! En boca se hace muy persistente, me encanta, me enamoro, que nunca acabe…

 

La foto que nos acompaña este post es de una buena amiga de Enterwine. com. Excelente cocinera y gran fotógrafa, Sílvia del blog Chez Silvia. Una recomendación más.

 

¡Feliz Día de la Madre!

 

Y, como siempre, ya sabéis: Probad, catad y decidid, ... es vuestra elección.