VC Sierra de Salamanca

VC Sierra de Salamanca

A partir de viñedos con una cierta edad, la D.O. Sierra de Salamanca trabaja para que sus vinos recuperen el sitio que ocupara en otros momentos. 

Tradicionalmente la acotación geográfica que acoge los vinos con DO Protegida Sierra de Salamanca se acompaña con la especificación “Vino de Calidad”. Una denominación que también se conoce por Sierra de Francia debido a que la mayoría de los 26 municipios que la componen se ubican en las estribaciones de esta sierra al sur de la provincia de Salamanca, en los márgenes tortuosos del río Alagón y zonas aledañas.

Con la ocupación islámica, el territorio sin llegar a despoblarse sufre un retraimiento económico. Es a partir del siglo XI y con la reconquista cuando la actividad vitivinícola resurge de nuevo y con fuerza. El máximo esplendor de la región llega con las exportaciones a Francia
durante la expansión continental de la filoxera. Los viñedos de la Sierra de Salamanca sufren los efectos de esta plaga procedente de Portugal. Por las características arenosas de gran parte del suelo de la comarca la afectación de las plantas fue leve y su recuperación muy rápida. Es por ello que todavía quedan en el territorio numerosos viñedos de cepas centenarias. Actualmente la comarca cuenta con modernas bodegas elaborando vinos de muy alta calidad.

Una notoria característica de estos suelos de Castilla y León es su acidez. Un factor que imprime a los vinos una identidad única, aportando singulares características organolépticas y calidad. Por lo general la naturaleza de estos suelos se divide en dos tipos, la pizarrosa y la arenosa de origen granítico. Los primeros imprimen a los vinos de Sierra de Salamanca un carácter muy mineral, mientras que los arenosos son vinos de más longitud y suaves al paladar.

Esta singular región vitivinícola castellano-leonesa se halla bajo el amparo de un templado y húmedo microclima mediterráneo, con escasas o inexistentes precipitaciones durante el periodo de maduración y vendimia. Por lo general se obtiene un racimo en muy buenas condiciones
sanitarias.

No es extraño encontrar la mayoría de los cultivos en bancales de difícil acceso con pronunciadas pendientes. Esto no ha sido un capricho del viticultor, casualmente son las laderas que ofrecen la orientación con la mejor  insolación para las cepas, ideal para las limitadas producciones de los Vinos de Calidad Sierra de Salamanca.

Una variedad tinta autóctona y en proceso de rápida recuperación por las bodegas de Sierra de Salamanca es la Rufete. Con ella, y por lo general procedente de viñedos de cepas más allá de octogenarias, se laboran vinos DO Sierra de Salamanca de un alto potencial vitícola y enológico. Los vinos de la Denominación de Origen Protegida Sierra de Salamanca también se elaboran con la Tempranillo y la Garnacha Tinta.

Las variedades blancas aceptadas son la Palomino, la Moscatel de Grano Menudo y la Viura. Con ellas se elaboran vinos blancos Sierra de Salamanca de aromas muy afrutados con recuerdos de manzana ácida, sabrosos, de medio cuerpo y muy vivos.  

Los vinos rosados de Sierra de Salamanca ofrecen una intensa expresión aromática de frutillos rojos silvestres, siendo muy sabrosos en boca, vibrantes y con una notable estructura.

 

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