Cariñena

Cariñena

El vino está presente en la DO Cariñena desde la época de los romanos.

La región de Cariñena consiguió la mención de DO en el año 1932, siendo una de las primeras en obtener esta calificación. En la que hoy es Cariñena, los romanos fundaron la localidad de Carae, donde los habitantes de la región ya consumían en el s. III a.C. un vino mezclado con miel. En la Edad Media y al amparo de los monasterios, la viticultura se extendió de tal modo que en el s. XVI ocupaba un 50% de la provincia de Zaragoza. Por este motivo y con el fin de poner control a la viticultura, en 1694 se prohíbe el cultivo de nuevos campos de vid. Sus vinos habían adquirido un gran reconocimiento tanto nacional como internacional.

Esta región comprende 14 municipios ubicados en el corazón de Aragón, a 48 km al sudoeste de la ciudad de Zaragoza. Sus viñedos se extienden por una planicie a 400m de altitud en la cuenca sur del río Ebro, conocida como Campo de Cariñena, y van tomando altura hasta alcanzar los 800m de altitud dirección sur alcanzando la Sierra Virgen. A poniente, los viñedos limitan con la DO Calatayud.

En las estribaciones montañosas los suelos son pobres y rocosos, dan malos rendimientos y acarrean una gran dificultad de laboreo agrícola. Llegando a la planicie, al Campo de Cariñena, pero todavía a una cierta altura, el suelo es aluvial, de guijarro, capaz de conservar durante largo tiempo la humedad de las precipitaciones.

En la llanura, paralela a la Sierra de Algairén, se encuentra el 80% del cultivo de la denominación con suelos de arcillas del periodo mioceno. En esta zona de cultivo hay cuatro tipos de suelo distintos, de cascajo, royal, tierra fuerte arcillosa y calar.

La D.O. Cariñena tiene un clima continental extremo. Soporta altas temperatura durante los meses de estío, e inviernos con días por debajo de los -5ºC. El viento del norte, el cierzo, frío y seco, contribuye a mantener bajo el índice de humedad y conjuntamente con unos bajos registros pluviométricos dan a la región un paisaje semiárido. Los altos contrastes de temperatura entre el día y la noche durante el periodo de maduración contribuyen a dar un carácter y sabor intenso a los vinos de la región.

Los vinos jóvenes blancos frescos y los célebres rosados se elaboran para un consumo inmediato.

Los vinos tintos característicos de la DO Cariñena son los de Garnacha, en los que se añade un 5% de Cariñena  cuando son destinados a crianza para reforzar el color y sabor. Si bien es cierto que la región y la variedad de uva Cariñena comparten nombre, la variedad más extendida es la Garnacha Tinta con un 55% de los viñedos.

Los tipos de uva de Cariñena aceptadas en la Denominación de Origen Cariñena son:

Variedades de uva tinta: Cabernet Sauvignon, Garnacha Tinta, Juan Ibáñez, Cariñena, Merlot, Monastrell, Syrah, Tempranillo y Vidadillo.

Variedades de uva blanca: Chardonnay, Garnacha Blanca, Macabeo, Moscatel de Alejandría y Parellada.





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