Alella

Alella

Tocando el mar Mediterráneo encontramos los particulares vinos y cavas de la D.O. Alella, frescos y elegantes.

Denominación histórica apreciada por sus vinos blancos, y ahora también por los tintos. La DO Alella es la denominación que menor extensión ocupa de todas las comarcas vitivinícolas de la geografía española. La presión urbanística ha reducido su superficie a una tercera parte de lo que llegó a ser en 1956, año de su aprobación. Actualmente la denominación acoge a 18 municipios de la provincia de Barcelona.

Esta denominación se sitúa al norte de la ciudad de Barcelona, a unos escasos 15 Km, y toma el nombre de la localidad de Alella. Los viñedos se cultivan a partir de los 60 m. de altitud en distintas orientaciones, y ganan altura a medida que ascienden por las laderas de los montes de la Serralada de Marina, que los protege de las inclemencias del norte. Los que se hallan a menor altitud crecen en un valle abierto al Mediterráneo, en suelos pardos sobre rocas de origen magmático, y sobre rocas calcáreas los viñedos más elevados. En todos los cultivos, el mantillo del suelo está formado por “sauló”, arena granítica blanquecina que proporciona porosidad y retención del calor, característica principal de esta denominación. 

La Denominación de Origen Alella disfruta de un clima mediterráneo bastante seco, de veranos cálidos e inviernos suaves. La media anual de temperatura es de unos 16ºC, y las precipitaciones de 600 mm., acumuladas en tormentas de verano y principio de otoño. Todos los viñedos de Alella aprovechan la gran influencia de la brisa marina del Mediterráneo. Los viñedos mas jóvenes están en las zonas más elevadas y en primavera pueden llegar a sufrir por las heladas.

Un denominador común a los vinos de la DO Alella, sea cual sea la variedad de uva empleada, es la mineralidad que aporta el terruño, ese "sauló" que nos ofrece una mineralización fresca y elegante.

Los vinos blancos de la DO Alella son elaborados, en su gran mayoría, con la variedad predominante Pansa Blanca. Los vinos de Pansa Blanca (Xarel·lo) criados en barrica dan unos característicos aromas a manzana cocida al horno. Si estos vinos se elaboran se elaboran con maceraciones peliculares, el hollejo transmite al vino un color amarillo brillante, a la vez que aporta unos aromas mucho más complejos, con notas de jugoso melocotón de viña y albaricoque. En elaboraciones en acero inoxidable, el vino dará aromas a frutas blancas, manzana fresca y pera. Sea cual sea el método de elaboración, estos vinos blancos y los espumosos de Pansa Blanca nos dejan un característico e identificativo final cítrico y con un marcado recuerdo de almendruco verde. 

Los vinos tintos de la DO Alella están elaborados, la gran mayoría, con Garnacha Tinta y la variedad de uva Mataró, autóctona de esta zona. Los vinos criados en barrica de Garnacha Tinta aportan aromas a cerezas, cacao y regaliz, con notas minerales muy frescas y un final amargo muy elegante. En los vinos jóvenes, el protagonismo recae en los frutos rojos. 

Los cavas de Alella se elaboran de forma tradicional y basicamente con Pansa Blanca o con Garnacha Tinta en cavas Blanc de Noirs. En los últimos años, ha aumentado considerablemente la elaboración de cavas ancestrales.

Las bodegas de la DO Alella también elaboran vinos de licor y vinos dulces.

En los últimos años, esta denominación de origen Alella ha realizado una fuerte apuesta por los vinos ecológicos.

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